• Realizo procesos terapéuticos con personas que hayan sido víctimas de abuso sexual infantil o algún tipo de violencia y negligencia en la infancia y que haya dejado secuelas que les impida plenamente en el presente.

• A continuación nombraré algunas, pero hay que tener presente que todas las personas somos distintas y significamos los eventos traumáticos de distintas maneras, por lo que las secuelas pueden ser muy diversas: baja autoestima, ansiedad, inseguridad, desconfianza hacia las personas, inestabilidad emocional, sentimientos de culpa, dificultad para establecer relaciones cercanas, dificultades para conectarse con su sexualidad de forma sana y dependencia emocional entre otros. 

• El abuso infantil puede dejar huellas no sólo a nivel psicológico sino también a nivel corporal, por lo que el trabajo terapéutico debe ser integral, tomando los diversos aspectos de la persona.

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